Salmones del Río Traful

Me llamo un cliente llamado Federico que quería pescar salmones encerrados con mosca,  así que organicé una pesca de vadeo  en el río Traful.-

Para entrar fuimos al lodge Arroyo Verde. Este mágico río con un color turquesa y con pozones verde oscuro es único en el mundo, nuestro amigo Mell estaba maravillado.-

Este lodge tiene 22 pool de pesca así que elegimos uno a la mañana y otro a la tarde. Temprano nos fuimos al pool que esta a pocos metros del lago Trafull.-

Entramos al río vadeando, se notaba poca actividad de truchas. Arrancamos con moscas secas y solo sacamos algunas chicas, ya llegando al medio día Federico tubo un pique violento debajo de unas ramas y lo perdió…. que lastima, linda tomada, pero esto nos daba la pauta que había truchas grandes.-

Paramos a almorzar y descansar 2 horitas y después arrancamos para el otro pool que yo elegí, este pool es el que le pareció a Mell el más lindo.-

Alrededor de las 15 horas arrancamos y al tirar en una corredera de agua baja con una mosca seca grande salio una boca enorme de una marrón, pero Fede no la pudo clavar.-

Nos cruzamos a un pozón, en cuyo final comenzaba una curva donde se veían 2 salmones fondeados,… muy quietos…, ahí decidí ponerle un indicador de pique con una ninfa con patas de goma bien lastrada para que vaya rozando el fondo.-

Hizo varios tiros río arriba, dejando derivar la ninfa, mirando muy atentos a la boyita que nos indicaba el pique.-

Después de unos 20 tiros bien pegados a la costa de enfrente se hundió el indicador bruscamente y grite:
-ahí esta.. clava.. dale.

Y Fede muy atento clavó, se encontró con un fuerte tirón y un salto de 1 metro que se doblaba en el aire.-

Que lindo, grité:
– salmón… salmón
Fede no lo creía, me decía:
– no.. no es.

De repente dio una corrida y le saco toda la línea.-

Otro salto, que alegría y que nervios pero no se acercaba, lo veíamos debajo del agua.-

Agarré el copo grande.-

Lo teníamos a 3 metros pero no me dejaba acercar.  Cuando pensábamos que estaba ya rendido dio una tercera corrida de unos 20 metros y otro salto terrible, siempre al borde de cortar, hasta que despacio se fue entregando y lo pude encestar en mi copo.-
-¡que salmón!- fue el grito de los dos.-

Fotos y su devolución correspondiente. Que hermoso salmón con un brillo único.
Los dos quedamos mudos al ver como salía muy suave de mis manos y lentamente se metía en lo mas profundo del río.-

Luego de varios intentos salieron 2 salmoncitos que rondaban los 700 g que con varios saltos nos cerraron la jornada.-

Adrian Osso